Mensaje del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso
por
la festividad budista del Vesakh
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 03 de mayo de 2013 (Zenit.org) - El cardenal Jean-Louis Tauran,
presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y el padre
Miguel Ángel Ayuso Guixot MCCJ
, secretario de ese mismo dicasterio han enviado una carta
dirigida a los budistas con motivo de la festividad del Vesakh.
Esta festividad rememora los tres momentos fundamentales de la
vida de Gautama Buda. Según la tradición, el Buda histórico nació, obtuvo la
iluminación y desapareció alcanzando el Nirvana durante la luna llena del mes
de mayo. Por eso, esta festividad no coincide todos los años en el mismo día
del mes, siendo esta vez el día 25. Durante esta celebración, los budistas
decoran sus hogares con flores y los perfuman con incienso, visitan los templos
locales, escuchan las enseñanzas de los monjes y les ofrecen dones.
En la carta felicitan a los budistas por la celebración de esta
fiesta "que ofrece a nosotros cristianos la oportunidad de renovar nuestro
diálogo amistoso y la estrecha colaboración con las diferentes tradiciones que
ustedes representa".
Recuerdan que el papa Francisco reafirmó la "necesidad del
diálogo y de la amistad entre seguidores de diferentes religiones resaltando
que 'La Iglesia es (...) consciente de la responsabilidad que todos tenemos
respecto a este mundo nuestro, respecto a toda la creación, a la que debemos
amar y custodiar. Y podemos hacer mucho por el bien de quien es más pobre,
débil o sufre, para fomentar la justicia, promover la reconciliación y
construir la paz' (Encuentro con los representantes de las Iglesias, las
comunidades eclesiásticas y de otras religiones, 20 de marzo del 2013)'".
También han querido "expresar el sincero respeto de la
Iglesia católica por su noble tradición religiosa. A menudo notamos un
consonancia con valores expresados también en vuestros libros religiosos:
respeto por la vida, contemplación, silencio, sencillez". Y añaden
"nuestro auténtico diálogo fraterno exige que nosotros, budistas y
cristianos hagamos crecer lo que tenemos en común, especialmente el profundo
respeto por la vida que compartimos". Haciendo referencia al respeto por
la vida y por el prójimo tanto de cristianos como de budistas, en la carta
manifiestan que es "urgente crear, tanto para los budistas como para los
cristianos, sobre la base del auténtico patrimonio de nuestras tradiciones
religiosas, un clima de paz para amar, defender y promover la vida
humana".
Del mismo modo, señalan que "el mal contribuye de diferentes
formas a la deshumanización de la persona, atenuando el sentido de humanidad de
los individuos y de las comunidades" y por eso los cristianos y los
budistas deben unir las fuerzas para "desenmascarar las amenazas a la vida
humana y despertar la conciencia ética de nuestros respectivos fieles para
generar un renacimiento espiritual moral de los individuos y de las sociedades
con el fin de ser verdaderos trabajadores de paz, amando, defendiendo y
promoviendo la vida humana en todas sus dimensiones".
Finaliza la carta afirmando que "seguimos colaborando con
renovada compasión y fraternidad para aliviar los sufrimientos de la familia
humana, tutelando la sacralidad de la vida humana".