«Aquí vengo yo para hacer tu voluntad» (Hb 10, 9).
Éste
es un versículo del salmo 40 que el autor de la carta a los hebreos pone en
boca del Hijo de Dios en diálogo con el Padre. De este modo quiere subrayar el
amor con que el Hijo de Dios se hizo hombre para cumplir la obra de la
redención obedeciendo a la voluntad del Padre.
Palabra de Vida - Agosto 2011
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